Consejos para hacer que tus hijos se sientan bien contigo
Los niños son una bendición y cuidarlos a lo largo de su vida es un proceso muy satisfactorio pero, algunas veces, también muy estresante.
Lamentablemente, los días en que los padres pasaban la mayoría del tiempo con sus hijos quedaron en el pasado. Todo ha cambiado y los altibajos de la economía obligan a ambos padres a salir de casa a buscar el sustento para sus hijos.
El bienestar de nuestros hijos siempre debe ser nuestra prioridad y, a pesar de que puedas estar muy ocupado entre el trabajo y el resto de tus obligaciones, es necesario que cada día saques tiempo para compartir con ellos.
Si, en el medio de tu agitada rutina, encuentras tiempo para pasar con tus hijos, haciendo las cosas que a ellos les gustan, verás que estarán contentos y se sentirán bien.
No se trata solo de proveerles el alimento, comprarles libros, juguetes y juegos para mantenerlos ocupados o matricularlos en muchas actividades extracurriculares. Lo más importante es que pases tiempo de calidad con tus hijos, que aprendas a conocerlos y compartas con ellos cada aspecto de sus vidas.
Para que tus hijos se sientan bien contigo necesitas acercarte a ellos. Aquí te dejamos algunos consejos para que lo logres.
Organízate muy bien, de esta forma podrás apartar tiempo para tu trabajo, las tareas domésticas y pasar tiempo con tus hijos cada día. Como sabemos, la rutina muchas veces nos obliga a distanciarnos de nuestra familia, sin embargo, si organizas tu tiempo adecuadamente encontrarás la manera de compartir con tus hijos.
Escucha a tus hijos siempre que puedas. Déjalos decir lo que necesitan decir. Si hacen algo mal, dales tiempo para explicarse antes de regañarlos. Escucha sus experiencias del día y coméntalas con ellos. Recuerda que al mostrar interés por sus cosas, tus pequeños aprenderán a confiar en ti.
Enséñalos a ser responsables. No importa que edad tengan, debes enseñarlos a cumplir con sus obligaciones. Una buena opción es asignarles tareas en el hogar, algunas de las cuales pueden realizar juntos y de esta forma aprovechar este tiempo para compartir.
Aunque lo dudes, los niños se sienten bien cuando les das responsabilidades así que, entre más pronto comiences a hacerlo, más rápido se les volverá habitual.
Trata de ser paciente cuando tu hijo haga alguna rabieta. La mejor opción en estos casos es alejarte de él. Si le das mucha importancia, se les volverá un hábito porque sabrán que así pueden manipularte. Deja que se calme y verás que irá a ti más tranquilo. Luego, explícales por qué está mal su actitud.
Pide su opinión, consejo o ayuda. Permite que te ayude, por ejemplo, en la cocina con actividades que pueda realizar sin peligro, que opine acerca de tu atuendo o que te aconseje sobre la compra de un regalo. De esta forma, tus hijos verán que valoras su opinión y que les das importancia.
No los obligues a hacer algo que no quieren hacer. Debes dejar que tus hijos desarrollen su personalidad. Si les das un cuento y no lo quieren leer, no los obligues, busca uno que les interese más. Si a la hora de la comida no quieren comer, espera a que tengan hambre y serán ellos mismos quienes te pedirán su comida.
No golpees a tus hijos, esto solo los convierte en personas agresivas. Hay formas de reprender a tus pequeños mucho más efectivas que golpearlos. Suspéndeles una actividad que les guste, o busca estrategias para castigar a tus hijos que no incluyan agredirlo físicamente.
La paciencia es la clave. Ser padres no siempre es sencillo por lo que, cuando te sientas muy estresado, trata de realizar una actividad que te relaje. Si tú estás feliz, tu hogar será un entorno feliz también.
Recuerda que tus hijos son páginas en blanco, todo lo que les enseñes se plasmará en ellas ya que tú eres su modelo. Educa a tus hijos para que sean buenas personas y enséñales que, aunque la rutina sea muy absorbente, siempre habrá tiempo para la familia. De esta forma, tus hijos se sentirán bien contigo.