amamantar

¿Por qué amamantar?

Amamantar a nuestros bebés es vital para su desarrollo. Muchas veces creemos que la alimentación con fórmulas especialmente diseñadas sustituye los nutrientes que puede aportar la leche materna, pero estamos equivocadas.

La leche materna es el alimento ideal, sobre todo para los recién nacidos. Si amamantamos a nuestro bebé le estamos asegurando un óptimo desarrollo psicológico, nutricional, hormonal e inmunológico.

Estudios demuestran que la leche materna tiene más de 370 componentes específicos y nutrientes que disminuyen el riesgo de que los bebés contraigan enfermedades e infecciones como: síndrome de muerte, obesidad infantil, diabetes, problemas digestivos, deficiencia cognitiva, cáncer, infecciones en las vías urinarias, diarrea, enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Además, amamantar no solo es beneficioso para los pequeños, sino también para las madres. Numerosos estudios han demostrado que dar el pecho tiene efectos positivos en la salud, tanto a corto como a largo plazo.

Amamantar contribuye al sistema cardiovascular materno, ya que ayuda a reducir factores de riesgo como el nivel de lípidos, la obesidad, la presión arterial, la insulina y los niveles de glucosa.

Sin embargo, a pesar de lo increíblemente beneficiosa y positiva que es esta práctica, muchas mujeres le restan importancia y la sustituyen por otras opciones alimenticias que ofrece el mercado.

Muchas veces, el desconocimiento de la técnica, la falta de apoyo, el uso de pacificadores y la administración de leche de fórmula causan el abandono precoz de la lactancia. Además, el tabaquismo materno, el dolor en los pezones o el temor a no tener leche suficiente para satisfacer al bebé son problemas bastante frecuentes.

Según la Organización Mundial de la Salud, lo ideal es dar pecho hasta los seis meses en forma exclusiva y, posteriormente, incorporar otros alimentos, junto con la leche materna, hasta los dos años.

Importancia de la lactancia inmediata

La primera hora después del nacimiento de un bebé es de suma importancia para el contacto entre madre e hijo. En estos primeros momentos de vida, la leche materna es el alimento ideal. Entre los beneficios que aporta la lactancia inmediata están:

  • Es más segura e higiénica, dado que los niños la toman directamente de sus madres.
  • Está disponible siempre, a la temperatura adecuada y en cualquier lugar.
  • Sus nutrientes están especialmente adaptados para el bebé. Además, la leche materna se digiere más fácilmente que cualquier otro tipo de leche o alimento.
  • Amamantar fortalece la relación de afecto entre la mamá y el bebé a través del contacto. Esto contribuye enormemente al desarrollo de niños capaces y emocionalmente estables.
  • La leche materna contribuye a tener una buena salud durante toda la vida. Los adultos que de pequeños fueron amamantados tienen menos riesgo de padecer enfermedades crónicas, obesidad, diabetes y algunos tipos de cáncer.
  • Al mismo tiempo, uno mujer que amamanta tiene menos riesgo de padecer cáncer de mama, cáncer de ovario, diabetes y síndrome metabólico.

Lo que debes saber antes de amamantar

  • Desde el nacimiento, madre e hijo necesitan estar juntos para que el bebé pueda ser amamantado durante su primera hora de vida. La primera leche, llamada calostro, es un concentrado de nutrientes y anticuerpos que son ideales y necesarios para el bebé.
  • Cuanto más succiona el bebé, más leche produce la madre.
  • Debemos dejar que el bebé mame todo el tiempo que quiera de uno de los pechos y, apenas lo suelte, ofrecerle el otro.
  • La lactancia es el momento ideal para mejorar la alimentación. Las madres pueden hacer dietas de bajas calorías y aprovechar para perder el peso extra ganado durante el embarazo. Tomar mucho líquido, agua, jugos de frutas o infusiones, es muy importante.
  • Amamantar no debería doler. Si experimentas dolor, debes revisar la forma en la que estas amamantando y corregirla.
  • Es importante elegir la posición que te resulte más cómoda a la hora de amamantar. Adicionalmente, el bebé debe abrir bien la boca, tomando toda o casi toda la aureola.

Amamantar no solo es sumamente beneficioso, como ya hemos visto reflejado en los puntos anteriores, sino que es un momento mágico en el que madre y bebé entran en contacto. Alimentar a tu bebé fortalece su vínculo, lo hace sentir más seguro y lo cuida, todo esto sin tener que gastar un solo centavo. Aprovechemos este don maravilloso.