¿Sospechas que tu hijo es hiperactivo?: consejos para manejar esta situación
Si tienes un hijo que se distrae fácilmente, pasa de una tarea a otra, tiene problemas para concentrarse, no presta atención cuando se le habla, actúa sin medir las consecuencias, no puede permanecer quieto, tiene una actitud imprevisible, miente, habla en exceso y tiene dificultades en la escuela, es posible que el niño padezca de hiperactividad.
La hiperactividad es detectada con mayor facilidad cuando los niños entran en la etapa escolar y comienzan a presentar dificultades de aprendizaje y en la relación que mantienen con sus compañeros de clase.
Sin embargo, este trastorno de conducta se puede tratar. Solo debemos prestarle la atención y los cuidados que necesita nuestro hijo hiperactivo.
Si no estás seguro de si tu hijo padece de hiperactividad, debes prestar atención a los siguientes aspectos de su conducta:
- Presenta un comportamiento muy infantil para su edad. Es excesivamente inquieto y dependiente, actitudes más propias de un niño de menor edad.
- Le cuesta concentrarse y no consigue prestar atención cuando es requerido.
- Es desorganizado y realiza trabajos de baja calidad y sin cuidado o esmero.
- Con frecuencia deja los trabajos sin terminar o interrumpe los juegos.
- Se levanta continuamente cuando debería estar sentado, por ejemplo en clase o a la hora de comer.
- Es impulsivo y hace las cosas sin meditarlas previamente.
- Suele mover muchos las manos y los pies.
- Frecuentemente interrumpe a los demás cuando están hablando o realizando alguna actividad.
- Está siempre corriendo o saltando.
- Siempre cambia las reglas del juego, no respeta los turnos y no sigue las reglas del grupo cuando está jugando con otros niños.
- A menudo pierde las cosas o las olvida.
- Es desobediente y su comportamiento provoca quejas por parte de figuras de autoridad.
Si tu hijo encaja dentro de las características anteriormente mencionadas, es recomendable que asista a un profesional para que evalúe su conducta y diagnostique o descarte el trastorno de hiperactividad.
Recomendaciones para tratar a un niño hiperactivo
Además de consultar a un médico para que realice un diagnóstico y evalúe la situación de tu hijo, existen otras recomendaciones que debes seguir si tienes un hijo hiperactivo.
Medicar a tu hijo: esto debe realizarse por instrucción de un médico y bajo su estricta vigilancia. Los medicamentos pueden ayudar a tu hijo a mejorar su capacidad de atención y concentración. Únicamente debes suministrarle a tu hijo lo recetado por el especialista y en la dosis recomendada.
Transmitirle tranquilidad: a pesar de que puedas sentirte cansado, impotente o incluso irritado por la conducta de tu hijo, es necesario que permanezcas tranquilo, al igual que debe hacerlo toda la familia. De esta forma se mantiene el equilibrio y se le transmite al niño estabilidad emocional.
Ponerle límites y estimularlo: es necesario establecer normas claras para todo niño, pero cuando se trata de un niño hiperactivo, los límites deben ser aún más firmes. Además, es muy importante que lo estimules y que apliques el refuerzo positivo cuando observes mejoras en su comportamiento.
Hacerle saber que notaste el cambio: al ver mejoras en su comportamiento, prémialo e incentívalo a continuar progresando.
Dedicarle tiempo: sobre todo a la hora de realizar sus deberes escolares, tómate el tiempo suficiente para ayudarlo. Los niños hiperactivos tienen muchas dificultades para concentrarse en realizar una única tarea por un largo período de tiempo, por eso es necesario acompañarlos en estos momentos.
Hablar con los maestros: de esta forma puedes evaluar el progreso que hace tu hijo en la escuela. Pídeles a sus maestros que te mantengan informado de su comportamiento, de su proceso de aprendizaje y de la forma como se relaciona con sus compañeros para detectar si tu hijo está evolucionando o no.
Estrategias para ayudar a un niño hiperactivo
Para manejar a un niño hiperactivo existe una clave: tu actitud. La actitud que tomes ante el comportamiento de tu hijo le proporciona información sobre si sus respuestas son adecuadas o si debe sustituirlas por otras. No debemos fomentar las conductas inapropiadas.
Aquí te dejamos un modelo de autoinstrucciones que te será de gran ayuda para mejorar el comportamiento de un niño hiperactivo. Debes practicarlo todos los días, tantos días como sea necesario, hasta que tu hijo sea capaz de realizar el quinto paso de forma natural.
- Modelado: haz tú la tarea mientras vas diciendo en voz alta los pasos que sigues, mediante instrucciones claras y concisas.
- Guía externa manifiesta: deja que el niño realice la misma tarea mientras lo ayudas, repitiendo con él los pasos.
- Autoguía manifiesta: el niño debe repetir solo las instrucciones en voz alta, mientras hace la tarea.
- Autoguía manifiesta atenuada: en vez de decir las instrucciones en voz alta, solo debe susurrarlas.
- Autoinstrucciones encubiertas: finalmente, el niño realiza la tarea mientras se guía por las instrucciones a través del pensamiento.